El
clima Ártico
El ártico tiene un clima
extremadamente frío. Durante el invierno se transforma en un desierto gélido y
seco donde soplan fuertes vientos. El refugio está en el agua, donde las
temperaturas no bajan de los -2 grados. Paradójicamente, es mucho más acogedor
el interior del Mar Ártico que la superficie helada.
Materiales
y usos
Tradicionalmente,
los habitantes del Ártico han utilizado materiales que les brinda la
naturaleza, para realizar pequeñas esculturas que reproducen elementos
característicos de su entorno, su vida cotidiana y su mitología. Así, con astas
de caribú, colmillos de morsa y, sobre todo, con la maleable esteatita (una
piedra que también recibe el nombre de jabón de sastre) esculpen osos, focas y
otros animales.
Otros
materiales, como la hierba de la tundra o la piel de foca, han servido durante
siglos para elaborar enseres cotidianos: cestas y otros recipientes destinados
a la recolección y al almacenamiento.
Perro
A -32 grados Saniquiluaq, Canadá
Los perros
árticos poseen un grueso pelaje que los protege del frío. Son grandes
corredores de fondo y muy hábiles a la hora de detectar grietas y otros
peligros. Además, su olfato para localizar presas los convierte en el perfecto
compañero de caza.
Recogida de
Muestras en un Barco Científico
Isla de Spitsbergen,
Noruega
Los
datos obtenidos durante los últimos años, por los científicos que se dedican a
estudiar el Ártico evidencian que la vida marina está cambiando de
distribución. Especies de aguas cálidas tienden a avanzar cada vez más hacia el
norte.
Foca anillada en la niebla Nunavut, Canadá
La
foca anillada es la presa principal del oso polar y de los cazadores inuits de
Nunavut. Aquí está saliendo a respirar a la superficie en una mañana helada, a
-40 grados, mientras el vapor de agua se congela.
Refugio Ártico y huesos de Ballena
Norte de la isla de Spitsbergen, Svalbard
Refugio
ártico construido para la investigación de los flordos del oeste de Svalbard.
Junto a la casa, vemos huesos de ballena y un traje seco que sirve para
aguantar las gélidas aguas y la temperatura extrema de la zona.
Lenguas y Culturas
En la
región ártica, que se extiende a lo largo de Alaska, Groenlandia, Siberia,
Canadá y Escandinavia, viven actualmente unos cuatro millones de personas
pertenecientes a varios grupos indígenas. Su diversidad lingüística nos indica su gran riqueza
cultural.
Eider Común (Somateria mollissima) Nunavut, Canadá
Un
eider nada en una apertura en el hielo marino. Tradicionalmente, las plumas de
eider han sido usadas para elaborar los rellenos de prendas de abrigo, como
parcas y edredones.
La Huella Humana
Más
de 20 grupos étnicos viven alrededor del Océano Ártico. Ahora intentan
adaptarse a las modificaciones que el cambio global está produciendo en su
entorno, luchando para no perder sus tradiciones. También veremos los efectos
que ejerce la presión económica.
Musgos y Líquenes Montañas de Perserajut
Las
plantas de la tundra adecuan sus ritmos al breve periodo estival que se vive en
este medio, y algunas especies con flores posponen su fructificación al año
siguiente de la floración.
Cazador Inuit en una Polina Nunavut, Canadá
De
vez en cuando, en la amplia extensión de hielo marino aparecen grandes agujeros
que dejan al descubierto el agua del mar. Alrededor de estas lagunas, llamadas
polinias, se concentran los mamíferos marinos que emergen para respirar. Estos
lugares son muy apreciados por el cazador ártico.
Foca de Groenlandia (Pagophilus Groenlandicus)
Ártico Canadiense
Una
foca de Groenlandia amamanta a su cría. La leche de foca posee un alto nivel de
grasa, un elemento fundamental en la dieta de estos animales para poder
afrontar el frío de su hábitat.
Oso Polar (Ursus Maritimus) Bahía de Hudson, Canadá
El oso polar, dotado de un excelente olfato, vagan por la
tundra helada intentando detectar la presencia de alguna fuente de alimento.
Perdiz Nival (Lagopus mutus) Bahía de Hudson, Canadá
Una
bandada de perdices nivales se mimetiza perfectamente con el blanco de la nieve
que cubre su entorno.
Huellas en la nieve
Reconocer
unas pisadas puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte en un lugar
como el helado norte. No es fácil ver un animal salvaje, pero muchas veces
podemos encontrar las señales que dejan, o sus huellas, que son muy visibles en
la nieve. La huella nos da muchas pistas para adivinar cómo es el animal: si es
una pisada grande, el animal es grande; y si está muy hundida en el suelo, es
pesado.
Podemos
deducir que, si tiene membranas, vive en el agua; si tiene pezuñas, es un
herbívoro; si tiene grandes garras, las usa para atacar o defenderse. También
es posible saber en qué dirección caminaba o corría el animal.
Zorro Ártico con pelaje Invernal (Alopex logopus)
Nunavut, Canadá
Durante
los meses de invierno, los zorros árticos lucen un pelaje de color blanco, que
les permite mimetizarse con el entorno.
¿Por qué no se congelan las patas de los animales?
Los
animales que viven en zonas muy frías tienen un mecanismo de circulación a
contracorriente que impide que la temperatura de sus extremidades pueda
alcanzar la congelación.
Un círculo vicioso
La
latitud es un factor decisivo en el clima ártico, junto con la inclinación del
eje de la Tierra. Por encima del círculo polar ártico, las radiaciones, debido
a la inclinación, atraviesan una espesa capa de la atmósfera, por lo que dispersan
gran parte de su color. Pero el clima ártico se está viendo afectado por el
aumento continuado de la temperatura del planeta. Por efecto del cambio
climático, la nieve y el hielo se derriten con más frecuencia; en consecuencia,
la absorción de la energía solar aumenta, y por ello se incrementan aún más las
temperaturas mundiales. Es un círculo vicioso, ya que el calentamiento del
planeta contribuye al deshielo, lo que, a su vez, provoca el calentamiento del
planeta.
El oso polar es negro
Para
aprovechar el máximo calor disponible, el oso polar tiene la piel negra. Dos
capas de pelo lo recubren: la interior, de pelos cortos y densos, lo aísla del
frío y repele el agua; y la exterior, de pelos largos, transparentes y huecos que retienen el aire, sirve para
aislar y conducir hacia la piel toda la energía del sol ártico.
El
oso parece blanco a causa de las partículas de aire contenido en sus pelos
huecos y transparentes; el aire difunde de la luz, y por ello lo vemos blanco.
Lo mismo le ocurre a la nieve, formada por cristales que
retienen aire entre ellos.
MARSHA
LEFENG 5º A
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